Caminar sobre hielo
Es un libro fascinante, con muchas aventuras y trastadas, tristes y felices, que vive un niño de tan sólo 11 años, que casi sin compañía se recorre media España, con solamente su voluntad de seguir y unos zapatos agujereados.
Es un libro que emociona, motiva a no perder la esperanza y sobre todo da a entender cómo era aquella época anterior, aunque no tanto, que nos sumió en la pobreza y la desesperación.
Nos hace reflexionar sobre los valores más solidarios del ser humano, sobre las víctimas más vulnerables, los niños. Y aunque Manuel (el protagonista de este fabuloso relato) también está en continua huida, consigue salvarse de ese tiempo tan terrible en el que apenas había nada que comer, hacia un lugar mejor.
Nos enseña que siempre hay una luz después del túnel y que no tiene sentido tirar la toalla. Es un libro que no decepciona, es más, engancha pues, desde mi experiencia, empezaba a pasar las páginas, una detrás de otra, y cuando me di cuenta, ya estaba casi terminándolo.
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